”
Daniel Volpe
“El alma mater” de este proyecto. Padre de familia, cocinero por vocación, gran amante de los vinos y de pasar buenos ratos con amigos. Filosofando. Arreglando el mundo.
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Daniel Volpe
“El alma mater” de este proyecto. Padre de familia, cocinero por vocación, gran amante de los vinos y de pasar buenos ratos con amigos. Filosofando. Arreglando el mundo.
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Me encanta experimentar con ingredientes nuevos y fusionar la cocina local con platos típicos de Argentina.
El secreto está en lo natural y en una elaboración simple, pero con aquel toque gourmet tan propio de mi cocina. Mi vida es impensable sin parrilla, sin brasas y sin vino”.
Soy sommelier e incluso fui finalista en la Nariz de Oro, así que ya me ocupé de hacer una selección increíble de vinos. El 70% son de Argentina, el resto de aquí y del mundo… Hablando de secretos y pasiones, os revelo algo: de niño me pasaba horas en el gallinero de mis abuelos.
¡Cuidando a las gallinas! Es lo que tenemos los argentinos: de a ratos somos gente simple que se conecta con el campo, de a ratos somos grandes cosmopolitas. Cosas de la inmigración y de nuestro país.
Ah sí, pequeño detalle: me encantaba hacer masas, hacer asados y “tuco”…
Soy sommelier e incluso fui finalista en la Nariz de Oro, así que ya me ocupé de hacer una selección increíble de vinos. El 70% son de Argentina, el resto de aquí y del mundo… Hablando de secretos y pasiones, os revelo algo: de niño me pasaba horas en el gallinero de mis abuelos.
¡Cuidando a las gallinas! Es lo que tenemos los argentinos: de a ratos somos gente simple que se conecta con el campo, de a ratos somos grandes cosmopolitas. Cosas de la inmigración y de nuestro país.
Ah sí, pequeño detalle: me encantaba hacer masas, hacer asados y “tuco”…
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¿Qué es “tuco”?
Ven a probarlo. No te quedes con la intriga…
¡QUE MARCHE UN TUCO!
Nuestro equipo
Un director de orquesta poco podría hacer sin sus músicos. Desde la gestión de reservas, atender las mesas, sincronizarse con la cocina para que los platos salgan cuando tienen que salir, aquí somos todos para uno y uno para todos.
Así que si quieres vivir una experiencia de diez ya sabes… ¡Trabajaremos mano a mano para que te sientas parte de esta sinfonía!
¡TE ESPERAMOS!
El local
Todo empezó en el 2005, cuando encontré este antiguo Celler del Poblenou. La abrió un payés de Sant Sadurní d’Anoia en los años treinta y Teresa, su hija, tomó el relevo. Teresa vivió la transformación de Poblenou: un barrio obrero lleno de fábricas, que poco a poco fue cambiando conforme cambiaban los tiempos. Con mucha visión, supo sacarle partido a las épocas de mayor bonanza y es así como terminó ofreciendo servicio de bar y menús, además de vender vino a granel.
Mi mujer Silvia, arquitecta y decoradora de profesión, adaptó este antiguo celler con mucho respeto y amor, conservando al máximo su mobiliario y realzando su belleza. Hoy, el Poblenou es sinónimo de startups y tecnología. Nuestros clientes ya no vienen con el pellejo de vino. Vienen con el portátil. ¡Y con ganas de Slow down y comer bien!
¡SÍ A LA PAUSA GOURMET!
El local
Todo empezó en el 2005, cuando encontré este antiguo Celler del Poblenou. La abrió un payés de Sant Sadurní d’Anoia en los años treinta y Teresa, su hija, tomó el relevo. Teresa vivió la transformación de Poblenou: un barrio obrero lleno de fábricas, que poco a poco fue cambiando conforme cambiaban los tiempos. Con mucha visión, supo sacarle partido a las épocas de mayor bonanza y es así como terminó ofreciendo servicio de bar y menús, además de vender vino a granel.
Mi mujer Silvia, arquitecta y decoradora de profesión, adaptó este antiguo celler con mucho respeto y amor, conservando al máximo su mobiliario y realzando su belleza. Hoy, el Poblenou es sinónimo de startups y tecnología. Nuestros clientes ya no vienen con el pellejo de vino. Vienen con el portátil. ¡Y con ganas de Slow down y comer bien!
¡SÍ A LA PAUSA GOURMET!
